42 mil millones de pesos, compra consolidada de medicamentos
Elsa Rodríguez Osorio, Salud viernes 13, Ene 2017Cápsulas de la salud
Elsa Rodríguez Osorio
- La maternidad provoca alteraciones en la estructura del cerebro
El Sector Salud da a conocer los resultados de la compra consolidada de medicamentos, vacunas y material de curación 2016, por un monto de casi 42 mil millones de pesos. En presencia de los titulares de Salud, José Narro Robles; de la Función Pública, Arely Gómez González, y del ISSSTE, José Reyes Baeza Terrazas, así como de representantes de la OCDE y del sector industrial, el director general del IMSS, Mikel Arriola, anunció que en esta licitación se obtuvieron ahorros por 3 mil 352 millones de pesos, 33% más que el año anterior, con lo que el Sector Salud podrá comprar casi mil millones de piezas de medicamentos más, en beneficio de la salud y la economía popular. Del monto total, 63% correspondió a medicamentos genéricos (26 mil 351 mdp), 29% a los de patente y fuente única (11 mil 997 mdp) y 8% a material de curación (3 mil 513 mdp). En esta compra se adjudicaron mil 371 claves. En la licitación participaron cinco dependencias (IMSS, ISSSTE, Secretaría de la Defensa Nacional, Secretaría de Marina y Petróleos Mexicanos), 18 gobiernos estatales y 17 Institutos Nacionales de la Secretaría de Salud. Arriola informó que en 2016 el indicador de atención de recetas se ubicó en 98.5% (197 millones de recetas) que representa 10% más que en 2015 (179.1 millones de recetas). El número de quejas por negativa de medicamentos ha sido el más bajo desde 2013: de enero a agosto de ese año se recibieron 4 mil 889 quejas por desabasto, mientras que en el mismo periodo de 2016, se recibieron 788 quejas. Para asegurar la transparencia, desde septiembre pasado, se hicieron transmisiones en vivo de los eventos de la Compra Consolidada por redes sociales y a través de la página del IMSS
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Un estudio dirigido por los investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), con la colaboración de la clínica IVI de Barcelona muestra, por primera vez, cómo la maternidad provoca alteraciones duraderas en la estructura del cerebro, probablemente destinadas a mejorar la capacidad de la madre para proteger y relacionarse con el bebé. La investigación se publica en la prestigiosa revista científica Nature Neuroscience. El embarazo implica cambios hormonales radicales y adaptaciones biológicas, pero los efectos del cerebro son aún desconocidos. Por primera vez, se ha llevado a cabo un estudio que compara la estructura del cerebro de las mujeres antes y después de su primer embarazo. La investigación muestra que el embarazo implica cambios que se mantienen a largo plazo -al menos hasta dos años después del parto- en la morfología del cerebro de la madre. “Mediante el análisis de imágenes de resonancia magnética se ha podido observar cómo en las mujeres en su primer embarazo se reduce el volumen de la materia gris en regiones implicadas en las relaciones sociales. Parte de estas regiones se activan cuando la mujer observa la imagen de su bebé, de manera que probablemente los cambios corresponden a una especialización del cerebro para encarar los retos que supone la maternidad”, explica el Dr. Agustín Ballesteros, director de IVI Barcelona y colaborador en el estudio. Para llevar a cabo la investigación se compararon imágenes de resonancia magnética de 25 mujeres embarazadas antes y después del parto, sus parejas 19 de ellas, y un grupo control formado por 20 mujeres que no estaban ni han estado nunca embarazadas y las parejas de 17 de ellas. El seguimiento ha durado 5 años y 4 meses. La reducción de materia gris se da en todas las mujeres embarazadas estudiadas, lo cual indica que probablemente se trata de un cambio debido a los procesos biológicos del embarazo, y no a los cambios relacionados con el nacimiento del bebé que también pueden experimentar los padres. Así, el estudio ha permitido determinar sin ambigüedad si una mujer de la muestra había estado o no embarazada en función de los cambios en el volumen de estas áreas del cerebro y hasta predecir el grado de vínculo con el bebé después del parto según estos cambios. La investigación ha tenido en cuenta las variaciones tanto en mujeres que han seguido tratamientos de fertilidad como en mujeres que han quedado embarazadas de manera natural, y las reducciones observadas en la sustancia gris han sido prácticamente idénticas para ambos grupos.